Reseña bibliográficaEstudios Fronterizos, vol. 15, no. 29, 2014, 273-278

Procesos urbanos en Baja California: Análisis, planeación y sustentabilidad


Ricardo Villasís Keever *


Arturo Ranfla González y Luz María Ortega Villa (Coords.). (2012). (pp. 273). Mexicali: Red de Investigación Urbana, Universidad Autónoma de Baja California. ISBN 978–968–6934–30–4.


* Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Correo electrónico: ricavike@hotmail.com


Partiré de una primera reflexión que considero muy relevante, la cual es enfocar la atención al título de la obra, Procesos urbanos en Baja California: Análisis, planeación y sustentabilidad; así, se reconoce desde el principio que el fenómeno de lo urbano tiene una dinámica constante, y que el libro contiene aspectos relevantes que contribuyen a la comprensión del desarrollo urbano en Baja California, pero también a extenderse como una forma del abordaje de los termas urbanos en otras partes de nuestro país.

En el texto se reflexiona sobre la importancia de los procesos globales y sus consecuencias en el territorio y que transforman el espacio, la estructura y las funciones urbanas de las ciudades de Baja California en sus diversas dimensiones.

Dentro de las muchas reacciones o provocaciones que sugiere la obra, hay una que por su particularidad aludiré, ya que el texto trata formalmente de la interacción entre el hombre, la naturaleza y el medio urbano; me refiero a la relación que encuentro entre esta obra y los conceptos de Foladori en sus Controversias sobre la sustentabilidad (2001), cuando menciona la crisis ambiental: "…aunque puede ser visible o aparencialmente un desajuste entre el ser humano y la naturaleza, es esencialmente una crisis de relaciones sociales entre seres humanos". Agrega el autor que esta "interrelación, entre el cuerpo físico y social de la especie humana con su entorno, fue siempre dialéctica. Por un lado, la sociedad modificaba su medio ambiente por otro, debía adecuarse a un entorno permanentemente modificado", estos conceptos los encuentro plasmados en la obra en sus diversos capítulos.

Desde la introducción se hace una descripción de la forma de abordar su visión del proceso, donde la ciudad y lo urbano son resultantes de los cambios constantes que experimentan la población y las actividades económicas en el espacio y en el tiempo. Para ello, los autores toman como base tres ejes en el es tudio de los procesos urbanos:

El primero de ellos desde la perspectiva de la urbanización, es decir, los cambios derivados de la relación campo–ciudad.

El segundo (del trabajo) se centra en la dinámica y la evolución territorial de la urbanización, con base en la forma, la estructura y la funcionalidad del espacio urbano.

El tercero (de estudio) se ubica en la última parte del siglo XX, reconociendo la expansión del fenómeno urbano en criterios emergentes como la racionalidad en la planeación del desarrollo sustentable y en el nuevo paradigma de la sustentabilidad.

Los diversos tópicos de la obra la hacen muy recomendable para especialistas, inversionistas y estudiantes, pero sobre todo, al sector público que toma las decisiones, y que en muchas ocasiones ha sido omiso en atender el análisis y las discusiones del fenómeno urbano.

Así, el artículo de Arturo Ranfla, que sitúa su trabajo en el proceso de urbanización de Baja California desde el siglo anterior, donde revisa diversas variables como el crecimiento medio anual y la evolución del Producto Interno Bruto (PIB). El autor incorpora, además, una comparativa muy interesante de las variables de población urbana y rural del país y de Baja California; esta comparativa la interpretó como una sólida categoría de análisis cuantitativo con rasgos de influencia de —los ahora clásicos— Garza, Unikel y Ruiz (1976). Como un aporte al conocimiento de los estudios urbanísticos, ofrece un análisis cualitativo de ciudad y región centrado en el manejo de los casos de las principales regiones urbanas del estado, Tijuana y Mexicali, pasando del estudio de las ciudades centrales a las regiones urbanas. Este planteamiento inicial sirve de marco de referencia al resto de los capítulos, donde se examinan temas diversos inmersos en la dinámica urbana.

Por su parte, en su contribución, Oswaldo Leyva conduce al lector hacia la reflexión y el entendimiento de la distribución espacial del fenómeno urbano en Baja California, aportando el uso de los sistemas de información geográfica, para explicar las diversas dimensiones del crecimiento urbano, como el uso de suelo y la densidad. Cabe agregar que las tecnologías de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) son una constante en las publicaciones más recientes sobre cuestiones urbanas, y que permiten además visualizar la temporalidad del área de estudio —en este caso Mexicali— en un periodo de 25 años; esta parte tecnológica la considero una fortaleza dentro de los artículos del texto.

Más adelante, en una lectura sobre la segregación residencial y su relación con el ingreso en Tijuana, Emilio Hernández y Jocelyne Rabelo nos conducen en un tema emergente que diversos autores han puesto en el debate, fundamentalmente cuestionando el modo de vida urbano. Estos autores ponen en evidencia algunas de la fallas en el modelo de crecimiento urbano, mismas que producen localizaciones diferenciadas de la población por diversos factores, donde se estudia particularmente el factor económico y sus repercusiones en el espacio urbano en Tijuana, fundamentalmente asociadas al proceso de rápida industrialización y a altos niveles de inmigración. Algunos de los resultados apuntan a la falta de integración entre el lugar de trabajo y la vivienda; pero también a la ineficiente distribución de equipamiento e infraestructura como factores de exclusión social. En otro apartado de esta sección, se aborda el tema de la vivienda y la vulnerabilidad. En este caso, Judith Ley hace una revisión de la política habitacional del estado de Baja California y del crecimiento de la población urbana, que se asocia de una manera muy interesante a la vulnerabilidad por fenómenos naturales, particularmente a los daños ocasionados por sismos en la ciudad de Mexicali.

En el documento se destacan algunas variables en estudio —que reportan Luz María Ortega, Judith Ley y Guadalupe Ortega— sobre la distribución espacial de la oferta cultural en el espacio urbano; aquí se encuentra una innovación en cuanto al uso de tecnologías del análisis espacial para representar información de lo que en el texto se denomina como "la producción simbólica de los contextos sociales", la cual es una visión sobre el patrimonio cultural. Éste es un propósito que toma fuerza cuando se articulan las políticas públicas con los actores sociales para la puesta en valor de sus bienes; actualmente las ciudades están en constante movimiento en esa dirección, pero en algunos casos el interés radica más en las formas económicas.

En el segundo apartado del libro se habla de planeación y sustentabilidad. En los capítulos que se agrupan bajo este rubro encontramos como una constante la preocupación de reconocer en los fenómenos urbanos la interdependencia con los sistemas ambientales. Esta visión se encuadra en el paradigma de la sustentabilidad. Así, tenemos que en el marco de un análisis de los valores ambientales y de localización, Francisco Venegas coloca en el debate la relación entre el crecimiento poblacional y el suelo disponible, agregando un recurso fundamental en el desarrollo: el agua. Se considera en este apartado que existe una relación muy estrecha entre el cambio de usos de suelo y la economía local, como factores que se entrelazan y se manifiestan en las zonas urbanas.

Por cierto, en el preludio de esta obra se hace alusión a Ildefonso Cerdá, como referente emblemático desde la esfera europea de finales del siglo XIX, en el surgimiento de la disciplina urbanística que tuvo su fundamento en el proyecto del ensanche de Barcelona. Con base en su teoría general de construcción de ciudades, Cerdá establece en 1859 una "nueva forma crítica de aproximarse metodológicamente a los problemas urbanos".

En este contexto, no es por casualidad que en los términos actuales de lo que hoy conocemos como "desarrollo urbano" se ofrezca en el libro un apartado que construye un marco muy actual para la evaluación y planeación de la sustentabilidad urbana, donde Rosa Imelda Rojas, César Ángel Peña y Elva Alicia Corona se comprometen en una tarea relevante para revisar el estado de la cuestión desde el enfoque territorial, en lo que se denomina aquí un "contexto urbano–regional", pero con el valor agregado del componente de la sustentabilidad urbana, misma que —como discusión teórica emergente— se está posicionando como un parámetro para entender la relación urbanoambiental. Quiero destacar aquí de manera significativa que en esta parte del libro se propone una lista de indicadores como elemento sustantivo para el monitoreo de los cambios de la zona metropolitana; y además subrayar en este comentario uno de los aportes clave de este capítulo en lo que se denomina "estrategia y acciones a seguir", ya que en muchos de los planes de desarrollo urbano se menciona con insistencia el capítulo de estrategias, que en la mayoría de los casos se queda en el papel; por otra parte, considero como una aportación académica a las formulaciones tradicionales, lo que aquí se propone como una relación diferenciada entre lo urbano, lo periurbano y lo suburbano.

En el mismo sentido de la sustentabilidad urbana, César Ángel Peña colabora con un capítulo relativo a las áreas verdes urbanas. Analiza las diversas formas cuantitativas y cualitativas del verde urbano. Además, realiza una propuesta sobre las tipologías, escala, localización y estrategias. Cabe agregar que el uso de las herramientas tecnológicas representa —en este caso— una propuesta nueva de trabajo sobre el tema. Más adelante, también con el énfasis en los factores ambientales, Elva Alicia Corona colabora con un trabajo sobre la calidad del aire, con el reporte de resultados de un comparativo ente los dos grandes núcleos urbanos de Baja California: Tijuana y Mexicali. La autora expone la preocupación de darle un sentido de aplicabilidad tendiente a reducir los niveles de contaminación atmosférica, en un marco de regulación y planeación, todo ello en el contexto de la sustentabilidad.

En el texto se reconoce la preocupación por un trabajo riguroso en la investigación, con el soporte de un marco conceptual de cada uno de los artículos; una dedicación por el detalle y la minuciosidad de los datos que refleja un trabajo sólido en ellos, que ha dejado una impronta como referente para nuevas investigaciones pues el método empleado en cado uno de los casos aporta solidez para las conclusiones. Asimismo, el libro en cuestión presenta riqueza en cuanto a las posibilidades que se abren desde él, como contribución o como referente para otros trabajos relacionados con la investigación urbana.

Finalmente, creemos que este libro tendrá un impacto positivo en la investigación y en la academia, pero también en los potenciales lectores, ya que al retomar un término del propio texto, me refiero a la "prospectiva", es decir a la visión de futuro, surge un cuestionamiento: ¿en qué momento las agencias de gobierno podrán establecer el vínculo entre la toma de decisiones y los estudios fundamentados? En esta pregunta no cuestiono la publicación, sino más bien a los ejecutores, de la política pública urbana; pues cada época de elecciones tiene cambios en las autoridades y en ocasiones cambios de rumbo, sin bases y de corto plazo. En consecuencia, documentos como éste tienen una visión de largo plazo; es decir, están comprometidos con el estudio de los temas urbanos desde la perspectiva de la dinámica urbana, que parten del conocimiento hasta la puesta en vigor de diversas cuestiones relevantes; como se señala en la obra: "la vinculación de lo urbano con el ambiente".

Para fortuna nuestra, la academia y su producción editorial no dependen de la moda o del momento electoral, sino de la responsabilidad que vincula al investigador con su objeto de estudio; en este caso, los procesos urbanos, como una noción de transformación del entorno, y que tiene sus efectos en el medio, tal y como se demuestra en la obra; pero que puede y debe tener sus repercusiones para el mejoramiento de la calidad de vida o la visión sostenible de la ciudad (de largo plazo).

En conclusión, el interés expuesto por los autores en el texto, relativo al proceso en el que la ciudad y lo urbano son resultantes de los cambios que experimenta la población y sus actividades en el espacio y en el tiempo, está planteado en el manejo responsable de nuestras ciudades.


Bibliografía

Foliadori, g (2001). Controversias sobre la sustentabilidad. México: Miguel Ángel Porrúa.