Reseña bibliográfica Estudios Fronterizos, vol. 4, núm. 8, 2003, 191-193

La política social y el combate de la pobreza


Gerardo Ordóñez Barba UNAM–Sedesol, 2002, 401 pp.


Elvia Oralia Villegas Olivar*


* Investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autónoma de Baja California.
Correo electrónico: ovillegas@uabc.mx


En plena era del cambio y alternancia democrática en México, con una política social que no presenta cambios sustanciales respecto de años anteriores, bajo un contexto económico prevaleciente que favorece el incremento de la pobreza y la desigualdad, recobra importancia recapitular, con visión crítica, el desarrollo de la política social y el combate a la pobreza en el país, ya que es justamente ahora cuando tenemos que hacer un balance justo del tema para aprender de los aciertos y errores del pasado y así enfrentar de la mejor manera los retos del futuro. En este momento, aparece con oportunidad el libro La política social y el combate a la pobreza en México, el cual nos permite, a lo largo de cuatro capítulos, conocer el proceso de formación del Estado de bienestar en el país durante el siglo XX, al mismo tiempo que nos ofrece elementos sobre una posible agenda de desarrollo tendiente a corregir el rumbo y avanzar hacia un mejor modelo de sociedad.

Provocado por un contexto de pobreza creciente —en magnitud, intensidad y consecuencias—, en este libro Gerardo Ordóñez hace un análisis exhaustivo del proceso de formación del Estado mexicano en términos de sus responsabilidades y funciones como agente de desarrollo, principalmente en lo relativo a la evolución y alcances de las políticas de bienestar y los programas de lucha contra la pobreza. Para ello, indaga el origen de la limitada capacidad del Estado para desplegar políticas de desarrollo universales. Ausculta en la trayectoria del desarrollo social en México y resalta con precisión el momento justo en que el Estado mexicano da un viraje en su agenda de prioridades hasta convertir la política social en una función secundaria y supeditada a la política de industrialización y a las actividades económicas predominantes. Es así como cada una de las políticas sociales tendió a evolucionar siguiendo la trayectoria de la industria y de las actividades terciarias, públicas y privadas, concentradas en las ciudades, lo que llevó a configurar un sistema de protección que ha contribuido hasta nuestros días a acentuar en la población las desigualdades que se originan en la esfera productiva.

Por otro lado, presenta un estudio comparativo de los programas nacionales de combate a la pobreza puestos en marcha a partir de la década de los setenta, así como las modificaciones que derivaron en programas, supuestamente más equitativos y eficaces, como el Pronasol y el Progresa, sobre los cuales elabora con rigor un balance para concluir que pese a los esfuerzos de los últimos años por racionalizar y mejorar la equidad y eficacia de los mismos, no ha sido posible revertir las causas estructurales de la pobreza y sólo han logrado mitigar parcialmente los efectos sociales negativos de un escenario económico inestable, al tiempo que se da la erosión o el retiro de la intervención estatal en aspectos clave del bienestar. En este sentido, cabe destacar la detallada evaluación que el autor hace del Pronasol —al ser éste una de las iniciativas más importantes y complejas que se hayan instrumentado en la lucha contra la pobreza en México— recuperando, por una parte, los elementos que significaron avances en la concepción de la intervención pública, pero, sobre todo, destacando las inconsistencias y los desaciertos que obstaculizaron el cumplimiento de sus objetivos; lo que sin duda representa una retroalimentación sustancial para el diseño de nuevos programas orientados a combatir la pobreza.

Finalmente, con una visión práctica y apoyado en algunas de las recomendaciones de la CEPAL, el autor señala las posibles rectificaciones en materia de política social que admite nuestro proyecto de país en el tránsito hacia la construc ción de una sociedad más justa, incluyente y solidaria. Nos propone una agenda para transformar el esquema de desarrollo vigente con el objetivo de lograr la universalización de los mínimos de seguridad económica y de bienestar social, lo que implica modificar el rumbo de las políticas económica y social hacia un proceso de convergencia que permita generar las condiciones para la creación de empleos, la igualdad de oportunidades y la redistribución justa del esfuerzo individual equilibrado con el desarrollo de las capacidades para el desenvolvimiento de la vida en un entorno digno y saludable.

Además de las ya mencionadas, una de las aportaciones importantes de la obra la constituyen las series históricas de datos inéditos sobre el desarrollo social mexicano que el autor construye a partir de una exhaustiva revisión documental y estadística sobre el tema.

Sin duda, la obra de Gerardo Ordóñez resulta una lectura fundamental para los especialistas, útil para quienes toman las decisiones y referente básico para quienes se adentran al tema de las políticas públicas y el combate a la pobreza.