Reseña bibliográfica | Estudios Fronterizos, vol. 7, núm. 14, 2006, 149-152 |
El oso y el puercoespín
Jeffrey Davidow, Random House Mondadori, 2005
Kenia María Ramírez Meda *
* Docente de la Facultad de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Autónoma de Baja California.
Correo electrónico: japini@yahoo.com
La parábola que inspira el nombre de este libro es un fiel reflejo de las múltiples historias que narra. Inspirado en las leyendas precoloniales, el autor ubica a la relación MéxicoEstados Unidos a partir de dicha parábola: México es el puercoespín, Estados Unidos, el oso.
El puercoespín, una criatura del bosque que se topa con el oso –el cual en su torpe caminar no advierte la presencia del primero–, le indica a éste que puede hacerle daño en cualquier momento con una de sus filosas púas. El oso ofrece entonces al puercoespín protección contra los animales del bosque a cambio de que recolecte comida para él. Este último se niega y se marcha, pero queda siempre a la expectativa de que el oso pueda volver, herido y enojado por no haber aceptado ser su siervo. Está claro: el oso, como un animal imponente en tamaño y peso, se vislumbra de manera amenazante para México, aun cuando no tenga ninguna intención de perpetuar un ataque, como un animal grande y torpe que avanza pesadamente a través del bosque sin notar que en su paso puede pisotear a otros animales más pequeños. Para México, el papel de puercoespín representa su gran sensibilidad ante los actos del oso. Las púas del puercoespín están siempre preparadas y a la expectativa de un ataque de éste.
Mediante una sencilla narrativa, el autor, ex embajador de Estados Unidos en México, simplifica el estudio de la complicada relación bilateral ubicando dos factores para explicar el sinnúmero de traspiés que enfrentó la misma durante su gestión: la constante defensa de la soberanía mexicana y el papel de los medios de comunicación.
En la primera ubica acciones que México ha emprendido en su afán de proteger la soberanía nacional y que han entorpecido la relación llevándola a sus niveles más bajos de cooperación, debido a que la relación bilateral ha sido utilizada frecuentemente por los grupos políticos mexicanos como instrumento de legitimación de sentimientos nacionalistas mediante, como lo nombra el autor, "la alimentación con cienzuda de la imagen de la bestia norteamericana".
Entre otros malentendidos que han contribuido a desmejorar la relación, se narra en el libro la "indiferencia" mostrada por México ante los ataques del 11 de septiembre, cuando el presidente Vicente Fox presentó una lenta reacción en los comentarios posteriores al ataque.
Otro de ellos fue la controvertida operación Casablanca emprendida por Estados Unidos en territorio mexicano con la finalidad de descubrir empresas inmiscuidas en lavado de dinero, la cual se consideró posteriormente una violación a la soberanía nacional.
Uno más fue la discutida certificación en materia de lucha antidroga otorgada por Estados Unidos a México a manera de condicionar una no despreciable cantidad de dinero para continuar combatiendo el narcotráfico.
Por último, aparecen también las tensas relaciones MéxicoCuba que tienen siempre un tercer implicado: Estados Unidos, al grado de que el autor las denomina un "mambo entre tres" realizando una analogía con un complicado baile.
No se puede dejar de lado el crucial tema de la inmigración ilegal de mexicanos a Estados Unidos, tópico que requiere de urgente cooperación bilateral, la cual se ha visto mermada en gran medida por las fallas en los sistemas políticos de ambos países, la falta de consensos de las clases políticas de ambas naciones, la poca acertividad de la política migratoria estadounidense y la poca o nula capacidad de México de contener los flujos ilegales a través de fronteras erosionadas e inseguras.
Se muestra claramente que el fracaso de las negociaciones sobre la reforma migratoria que se alentó al inicio del sexenio de Vicente Fox se debió a una falta de comunicación respecto a lo que en realidad cada país entendía como "reforma migratoria": para México la reforma debía incluir una serie de puntos que incluían la amnistía, un programa ampliado de trabajadores temporales, agilización en la entrega de documentos para residentes permanentes, y fondos para cooperación al desarrollo para las principales zonas expulsoras de emigrantes. Esta propuesta de reforma sería la popularmente conocida como "enchilada completa".
En cambio, Estados Unidos tenía mucho menos claro en qué dirección quería ir. Ellos deseaban diseñar un programa para vincular trabajadores dispuestos con empleadores dispuestos, pero rechazaban tajantemente la amnistía propuesta por México.
La estrategia de México, específicamente del secretario de Relaciones Exteriores en turno, Jorge Castañeda, de la "enchilada completa", mostraba su preocupación de que Estados Unidos no cediera en el asunto que más les importaba a él y al presidente Vicente Fox: la regularización de los mexicanos que residían ilegalmente en Estados Unidos.
A tal grado ésta es una preocupación central que, cuando Estados Unidos propuso retomar la fracción 245 (i) de la Ley de Inmigración que permite a los inmigrantes que han obtenido su residencia permanecer en Estados Unidos mientras se procesaban sus visas, las autoridades mexicanas instaron al presidente Bush a que detuviera sus esfuerzos, temiendo que Estados Unidos sólo estuviera dando pequeñas dosis de soluciones parciales al problema sin ocuparse de él en su conjunto.
Ante esto, se demostró la preocupación del gobierno mexicano de mostrar debilidad ante la potencia del norte.
En contraparte, se hace alusión a algunos éxitos logrados por ambas administraciones durante la permanencia del embajador en México: el esquema denominado "Sociedad para la Prosperidad" que promovía varias mejoras específicas respecto de la relación económica, la eliminación por parte del Congreso norteamericano del proceso de certificación antidrogas, la aprobación de la emisión de matrículas consulares, y en general el aumento de la cooperación y la comunicación bilateral en múltiples aspectos como seguridad en la frontera, aplicación de la ley, protección ambiental, trabajo, cultura y educación, ciencia y tecnología, agricultura, manejo del agua, transporte, aduanas, salud, zonas pesqueras, turismo y energía.
Como recomendaciones finales, el autor considera una serie de tópicos que podrían potenciar la relación bilateral si son considerados por las futuras administraciones como prioritarios, de los cuales cabe mencionar algunos: creación y adopción de la visa norteamericana con la que se crearían cuotas especiales para los mexicanos, la creación de una unión de aduanas con cuotas externas comunes, un fondo de estabilización financiera, establecimiento de normas continentales mínimas para la calidad del aire, creación de un fondo operado por los tres gobiernos de Norteamérica para el desarrollo en las áreas más pobres del país, entre otras.
Sin embargo, comenta el autor, se debe vencer primero la barrera del nacionalismo, además de garantizar un compromiso político de cada uno de los gobiernos con miras a un mayor nivel de integración latinoamericana que hasta ahora, dicho compromiso no ha ido más allá de la retórica.
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