Reseña bibliográfica Estudios Fronterizos, vol. 11, núm. 22, 2010, 233-239

La economía mexicana y la tercera vía


The Mexican economy and the Third Way


Maximiliano Gracia* Anabel Azucena Fierro Talamantes**


Adalberto Ceballos, Universidad Veracruzana, Veracruz, México, 2010, 213 pp.


* Profesor e investigador, miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

** Becaria del Verano de Investigación Científica 2010, programa Delfín.
Correo electrónico: anaboop_12@hotmail.com


Adalberto Ceballos señala que la tercera vía ofrece una visión general del rezago en la planta productiva y la existencia de disfuncionalidad en el mercado. A lo largo de cinco capítulos plantea que el significado de la tercera vía no puede ser único, y en cada caso tomará una connotación especial.

Así, reflexiona acerca del desarrollo del capitalismo y la economía mexicana, y se pregunta cómo surge la diversidad de condiciones sociales, políticas y económicas cuando hay tendencia hacia la estandarización de las condiciones de vida de la población. Se cuestiona cómo los países menos desarrollados sufren una demora como resultado de los rezagos en la producción y la escasa competitividad de los bienes nacionales en la esfera internacional; menciona que las políticas económicas puras están descartadas, ya sea que se trate de una apertura de mercado o de otra estrategia sustentada por el Estado. Adalberto Ceballos hace patente la idea de que es necesaria una combinación entre apertura y protección que deben tomar los países atrasados en su proceso de inserción en la economía mundial.

Además de realizar una revisión histórica de algunos autores, se presenta una reflexión del juego de la competencia a principios del Siglo xx.

Ceballos afirma que la globalización, además de representar una expansión y una diversificación del intercambio, ofrece un aporte al capitalismo en el sentido de que crea subsistemas económicos para generar la aparición de relaciones de intercambio interregionales de producción. A través de esta afirmación sostiene que en la economía mundial la globalización presenta categorías de integración económica, identidad nacional, desarrollo económico, estandarización cultural, nacionalismo y territorialidad, situación con la que aborda el tema de la crisis del sistema Estado– nación; en el caso de los países atrasados el sistema se encuentra en construcción, la globalización significa la internacionalización de la acumulación de capital.

El autor del libro afirma que en los últimos años se ha impuesto un sistema para eliminar las barreras del comercio entre países, el objetivo es abaratar la gestión del capital y a través del capitalismo imponer una dinámica orientada a mejorar la eficiencia técnica y económica del mismo, por lo que la integración económica significa la consolidación en las relaciones de intercambio por encima de las economías nacionales.

El texto aborda el capitalismo como un proceso que incluye concentración, centralización, globalización e integración nacional. Con el afán de maximizar la cuota de ganancia, el hombre deja de ser beneficiario del capital para convertirse en su servidor. El autor cita a Alfredo Guerra Borges y le propone a los países subdesarrollados crear una estrategia de regionalización de la globalización, en la que con la cooperación de los países latinoamericanos se haga posible el pleno desarrollo de los recursos internos de la región, se eleve la calidad de vida de la población y se aprovechen las opciones que abre la globalización.

Dentro de esta percepción del capitalismo, Ceballos nos plantea la necesidad de profundizar en los procesos de integración regional a fin de lograr un esfuerzo de cambio estructural; es así como se justifica la preocupación por la existencia de vías alternas para conseguir el desarrollo económico, y la reforma integral representa una opción para responder a las relaciones de producción capitalista.

El autor afirma que deberá implementarse un camino más corto para lograr el beneficio de la población y esclarecer cuál es la estrategia más efectiva para lograr el desarrollo económico. La respuesta se basa en permitir la acumulación de capital, en la cual el desarrollo económico genere la aplicación de la base productiva, incremente los empleos y amplié el mercado interno a través de la igualación de oportunidades en lo social, político y económico. Otro punto dentro de este marco de reflexiones es cómo lograr un nuevo capitalismo. La tercera vía es la respuesta, en la cual el Estado se posicione como promotor del crecimiento y desarrollo económico.

México se convirtió de 1985 a 1993 en uno de los principales destinos del capital mundial, lo logró dado el cambio estructural a partir de la liberación de importaciones. Aunado a la problemática de la crisis, el autor argumenta que el principal reto del siglo xxi es lograr una inserción exitosa en el ámbito de las relaciones económicas internacionales, desafío que pretende superar los rezagos históricos y por esta vía mejorar la productividad, la competitividad local, los ingresos de los trabajadores y el bienestar de la población. Ceballos hace énfasis en la urgencia de modernizar la planta productiva, lo cual implica promover el consumo de la producción local, ello a partir de criterios de competitividad.

El autor argumenta que la tercera vía no implica la rehabilitación del Estado como un agente predominante para la economía nacional. La tercera vía es una propuesta que debe tener una participación activa dentro del capitalismo, pues no puede dejarse al mercado toda la actividad económica, porque cada capital individual reclamaría conducir la toma de decisiones; así, lo que se debe lograr es una convergencia en los intereses de ambas partes sin descuidar los intereses de la sociedad.

Para Ceballos se deben crear las condiciones en el interior de cada economía para que sus relaciones económicas con el resto del mundo sean autofinanciables. Propone la opción de una inversión extranjera que complemente las fuentes de ahorro interno para asegurar la formación de capital, lo cual permita satisfacer las necesidades de la economía en términos de generación de empleos, ampliación de mercado interno, fomento de exportaciones, transferencia de tecnología, etcétera.

El autor propone generar ahorro interno para reforzar los mercados locales y lograr un cambio estructural a través de la modernización de la planta productiva, la creación de empleo, la aplicación de la demanda efectiva y la consolidación del mercado interno.

Para Ceballos, en los últimos años se ha carecido de una correspondencia entre los elementos materiales y los cuerpos técnicos para explicar la realidad, pero particularmente para transformarla. Es por esto que se remonta al diseño de un modelo alterno al capitalismo y al socialismo, un modelo que surge de la necesidad de pensar una forma capaz de asegurar el acceso de la clase trabajadora a mejores niveles de bienestar. Su modelo, basado en la economía marxista, propone un sistema de propiedad colectiva de los medios de producción con racionalidad económica. Según Ceballos, el proceso de toma de decisiones para la aplicación de los medios de producción pasa por la definición de un proyecto nacional y es una responsabilidad autoatribuida por el Estado.

Mientras que en el régimen socialista la atención de las necesidades de la sociedad aparece como algo tan directo e inmediato y al mismo tiempo tan lejano e ilusorio, dentro del capitalismo reaparece la subordinación del interés individual al interés colectivo, definido y manejado por la élite en el poder.

El argumento de la tercera vía fue inventado por los austro–marxistas en los años veinte. Ellos plantearon la viabilidad de la tercera vía en aspectos políticos, económicos y sociales para evitar el desánimo y la frustración por parte de los sectores menos favorecidos.

Ceballos plantea el debate respecto al rumbo que están tomando las sociedades modernas; destaca dos posiciones principales: el neoliberalismo y la socialdemocracia. Propone la opción de la tercera vía como una respuesta a dos filosofías fracasadas.

En el libro se realiza una revisión del pensamiento de Anthony Giddens, considerado por muchos el ideólogo de la tercera vía. Los intelectuales que utilizan este término lo hacen para referirse a la renovación de la social– democracia. Argumentan que ésta es la más reciente creación ideológica del capitalismo del Estado benefactor. Este argumento, según Ceballos, presenta varias dificultades, pues resulta difícil basar una vía alterna al capitalismo sustentado en los mismos principios del modo de producción capitalista. Por lo anterior, la tercera vía queda reducida a la rehabilitación del mercado sin intención de modificar los fundamentos del capitalismo.

En el texto se asume como prioridad la modernización de la planta productiva y la consolidación del mercado para aspirar a la mejora de la productividad y la competitividad. Además, nos remonta hacia la década de los setenta, donde se debatía la importancia de una tercera vía que combinara las bondades de ambos sistemas económicos y rechazara sus inconvenientes.

Ceballos menciona el Estado benefactor que surgió bajo el régimen de Franklin D. Roosevelt, gobierno en el cual se colocaron las bases para una nueva forma de relación entre gobierno y economía privada. Explica que Roosevelt asumió un compromiso, primero de recuperación económica, y luego con el bienestar de la población, lo que significó una redefinición de la función del Estado en la economía. Menciona cómo en el ámbito internacional se observó una lucha por asegurar zonas de exclusividad económica, y cómo el Estado desempeñó el papel de fuerza estabilizadora cada vez que se vio amenazada la buena marcha de la economía.

El autor explica y reflexiona acerca de un modelo muy socorrido en América Latina: la Industrialización Sustitutiva. En palabras de Prebish, la industrialización interna fomentaría el desarrollo de la tecnología, incrementaría el empleo, mejoraría la productividad de la mano de obra y reduciría la vulnerabilidad de la región, lo anterior a través del intervencionismo estatal que impulsaría un proceso de industrialización deliberada. Ceballos afirma que este modelo adquiere la connotación de una tercera vía, al abandonar la ruta típica del capitalismo y cobrar forma en América Latina como un movimiento que llegó a tomarse como instrumento racionalizador de todo el modelo, particularmente en un factor de cambio social dirigido por el Estado.

El libro describe la crisis del Modelo de Industrialización Sustitutiva y explica la política de ajuste que se tomó para enfrentar la problemática económica en México. Las medidas consideradas fueron: la apertura comercial, el saneamiento de las finanzas públicas y el adelgazamiento de la intervención del Estado en la vida económica. Los resultados obtenidos a través de 20 años generaron un cuestionamiento sobre el curso emprendido, donde los reclamos más firmes siempre vinieron de aquellos segmentos de la población que encararon directamente los costos de reordenamiento económico.

Asimismo, el texto exploran algunos elementos constitutivos de una estrategia de desarrollo alterna capaz de sentar las bases para un crecimiento y desarrollo económico.

Con base en las experiencias de otros sistemas económicos, el autor plantea una serie de contribuciones importantes para estimular el desarrollo de la economía mexicana, enfrentando el desarrollo económico desde una perspectiva integral, con medidas que podrían asegurar el desarrollo en un horizonte de mediano y largo plazos. Como segunda propuesta está la ampliación del mercado interno, la cual provoca un cambio estructural implícito en este diagnóstico que tiene que ver con la rehabilitación del proceso de acumulación originaria. La tercera medida es la reforma del Estado con el fin de revisar su estructura, representatividad y actuación, la cual tiene como punto de partida el reconocimiento de las fallas y excesos del Estado intervencionista. Como última propuesta menciona la del municipio y la vigencia del pacto federal, con la que se pretende redefinir el pacto federal en sus niveles operativos.

Para Ceballos es necesario un trabajo orientado a homogeneizar la base institucional del municipio; identificar el perfil del presidente que sea capaz de incorporar al municipio a la gestión social, política y económica. Explica que es necesario reflexionar sobre la inoperancia del régimen federal, la cual reclama una adecuación impostergable ya que el ámbito federalista se ha llegado a constituir en el eje rector de la gestión social, política y económica del país. Sugiere la modernización del aparato estatal y el avance hacia un régimen parlamentario donde los Estados recuperen su soberanía y se presenten como unidades autónomas en el tratamiento de las funciones.

Define la democratización del país como un fenómeno fundamentalmente vinculado con la representatividad de las distintas clases y fracciones del Estado. La democracia supone la participación en la toma de opiniones, de ahí que la reorganización social represente una alternativa en el poder de la sociedad para darse una forma de organización acorde a sus necesidades y aspiraciones. Dicho ejercicio propone una reactivación de los trabajadores en el diseño de la política económica, ello a través de una actitud consciente y responsable que tenga en cuenta que no podrán exigir al capital más de lo que ellos aportan.

El autor destaca la importancia de la inversión en capital humano como un recurso muy valioso para la economía, la cual se muestra frágil desde los tiempos de crisis. Hace notar que la inversión en capital humano genera las potencialidades para realizar la producción de bienes y servicios con altos niveles de productividad y de competitividad, lo que propicia las condiciones para el desarrollo de la población, ya que en la medida en que se califica el recurso humano para el trabajo, se abren oportunidades de empleo, de ingreso y de consumo. Presenta la investigación científica y tecnológica como una aliada para la realización de las actividades productivas. Ejemplo de ello son los productores que se encuentran a la vanguardia de la investigación científica y tecnológica, los cuales cuentan con una clara ventaja sobre aquellos que carecen de investigación.

Se menciona un conjunto de ineficiencias que terminan por reproducir la condición de subdesarrollo, tal como la escasa productividad, los salarios bajos, las políticas redistributivas de ingreso y la diferencia de precios, las cuales en conjunto representan un círculo vicioso de la pobreza.

Se afirma que la movilidad de recursos entre países se convierte en una fuerza impulsora de la competencia, y que por vía de la integración se abre una mayor eficiencia en el uso de los recursos. Esta iniciativa permite ventajas en dos campos principales: la disminución de la intervención del Estado y la rehabilitación del mercado a partir del fomento de la productividad, competitividad y movilidad de factores productivos, ya que es con ellos con los cuales se refuerza la competencia y se impulsa el reparto equitativo de la riqueza nacional.

Ceballos define la tercera vía como una perspectiva para modificar la aplicación espontánea de los factores de la producción en beneficio de los sectores menos favorecidos –una participación mayor de los sectores marginados podría conducir a una redefinición del Estado–. Plantea que el hilo conductor de la política económica tiene que ser el mercado, es decir, utilizar la capacidad de inducción del Estado para que se pueda realizar un verdadero cambio estructural en la economía mexicana.

En este marco de crisis mundial, el autor nos lleva a reflexionar y a creer que existe un modelo alterno al actual, nos invita a pensar en sus bondades y beneficios, y nos enseña que no todo está perdido, que existe esperanza en un mejor mañana. Por lo antes señalado, el libro es lectura obligada para todos, pero principalmente para las mentes que piensan que no hay más que sólo mercado, para aquellos que se han quedado sin esperanza.